Laura Chacon-Garbato, esteticista y directora del área de capacitación de Herbalife, te acerca los mejores consejos de lo que podés hacer vos misma para tener una experiencia de spa sin tener que salir de casa.

1 - TOMAR UN BAÑO DE BURBUJAS RELAJANTE

La mejor forma de relajarme siempre ha sido tomar un baño de burbujas. Agrega un toque de tu producto favorito para baño de burbujas, suave y sin sulfatos, enciende algunas velas, pon música y sumérgete en la relajación. Una agradable manera de lograr que tu baño huela bien es usando tés para baño. Son sobres de té que contienen tus hierbas favoritas. No hay nada como un buen baño caliente para liberar la tensión muscular, abrir los poros y despejar la mente. Otra opción es tomar una ducha de agua caliente, ir a nadar o sumergirte en un jacuzzi en caso de que no tengas bañera. Lo importante es encontrar formas creativas de consentirte y relajarte.

2 - APLICAR UNA MASCARILLA FACIAL

Una buena mascarilla facial no necesita aplicarse en un spa. Puedes vivir la misma experiencia de calidad en casa. Elige una mascarilla facial con aromas inspiradores como romero o menta. También pueden ser mascarillas de arcilla o las de tela. Aplícala en el rostro, permití que se seque o hidrate tu piel y espera los resultados. Disfrutá aplicar la mascarilla mientras te relajás en la bañera. Hay algo en el vapor, las burbujas, los aromas y la capacidad de solo relajarte que lo hace perfecto. Las mascarillas que contienen arcilla bentonita tienen propiedades impresionantes de tonificación y absorción de la piel. Además, la sensación de la arcilla suave y sedosa en la piel ofrece una verdadera oportunidad para consentirte.

MASCARILLA FACIAL. Elegí las que tienen aroma a romero o menta.

3 - NO OLVIDAR LA MASCARILLA PARA EL CABELLO

Además de cuidar la piel y aplicar una buena mascarilla facial, también es importante darle al cabello el cuidado que necesita. El uso de una mascarilla ayuda a humectar y nutrir el pelo. Obtendrás mayores beneficios si tu cabello está dañado, seco o encrespado. Asegúrate de usar una que sea adecuada para tu tipo de pelo, o bien podés hacerla vos misma.

Para hacer tu propia mascarilla, necesitás: una palta madura, dos cucharaditas de aceite de coco y tres cucharadas de gel de sábila. Mezclá todos los ingredientes. Agregá más aceite de coco si tenés el cabello muy largo o grueso. Colocá sobre el cabello húmedo, empezá por las puntas y andá subiendo hasta las raíces. Recogé todo tu cabello en un moño o colocate un gorro de peluquería. Dejá actuar de 30 a 40 minutos. Las vitaminas del aceite de coco y de la palta nutrirán el cabello para mantenerlo hidratado y brillante. El gel de sábila humectará y suavizará el cuero cabelludo. Enjuagar con agua tibia y lavar con shampoo y acondicionador sin sulfatos.

4 - ELIMINAR LAS PREOCUPACIONES DEL DÍA

Hay días en los que solo querés olvidarte de los problemas. Así que ¿por qué no tomar un momento para complacerte y usar un exfoliante que huela delicioso y contenga partículas que remuevan las células muertas de la piel? Una vez que tengás esa sensación suave y sedosa en la piel, te olvidarás de los problemas.

5 - HUMECTAR DE LA CABEZA A LOS PIES

No hay nada como aplicarse una crema hidratante después de una buena exfoliación o un baño de burbujas. Usá una buena crema humectante y consentí todo tu cuerpo. Aplicala cuando la piel todavía esté húmeda para sellar la humectación que tanto necesita. Al final, la piel se verá más joven y estará mucho más sedosa al tacto.  Tomate unos minutos más para relajarte, disfrutar y enfocarte en los dedos de los pies, los pies, las piernas y los brazos. Un masaje y un buen humectante liberarán sin duda las preocupaciones del día.

HIDRATACION. Es ideal después de una buena exfoliación.

Nunca te sientás culpable por tomar un tiempo para cuidarte. Consentirte un poco ayuda mucho, y es benéfico para vos y tu bienestar general. Ya sea un baño de burbujas, una mascarilla, leer un libro o tomarte cinco minutos para beber una taza de té. No importa lo que hagás, tomate ese tiempo tan necesario para cuidar de vos. Recordá que el cuidado personal es amor propio, ¡y te lo merecés!